Aplicaciones potenciales de los extractos de plantas de cannabis y fitoquímicos como antimicrobianos naturales

Cannabis sativa L. o marihuana, es una planta con flores que se ha utilizado durante milenios con fines alimentarios, farmacéuticos (tanto legales como ilegales), textiles (cáñamo) y religiosos. La crianza selectiva ha dado lugar a numerosas cepas (cultivares) de C. sativa con diferentes propiedades. Por ejemplo, las cepas de cáñamo son fibrosas y bajas en cannabinoides, mientras que las cepas medicinales tienen una alta floración y contienen tanto fitonutrientes como fitoquímicos. Los compuestos bioactivos se pueden extraer de aceites o como fases acuosas de semillas, flores, hojas y tallos mediante técnicas tradicionales como el prensado en frío y la extracción con solventes, o mediante procedimientos contemporáneos como el ultrasonido. La extracción con fluidos supercríticos con dióxido de carbono (SFE-CO₂) es otra tecnología utilizada en la industria para extraer compuestos fitoquímicos. Esto no difiere de otros productos vegetales, que se han utilizado históricamente como ricas fuentes de productos naturales para la salud humana.

Se han investigado las posibles aplicaciones terapéuticas y los mecanismos bioactivos de los extractos crudos de cannabis y los compuestos purificados derivados de C. sativa en diversos escenarios farmacológicos, incluyendo su uso como fármacos anticonvulsivos, analgésicos, ansiolíticos y antieméticos. Si bien gran parte de la investigación se ha centrado en las propiedades psicoactivas de los cannabinoides, las propiedades antimicrobianas de los compuestos extraídos de C. sativa cobran especial interés debido a la aparición de la resistencia a los antimicrobianos, una amenaza crucial para la salud humana a nivel mundial. Mitigar el impacto humano y económico de este problema, y ​​en general, la aparición de nuevos patógenos microbianos, requiere la identificación y el desarrollo de nuevas terapias antimicrobianas.

Fig. 1 Actividad antimicrobiana de cannabinoides como cannabidiol (CBD), cannabigerol (CBG), cannabicromeno (CBC), cannabinol (CBN) y delta-8-tetrahidrocannabinol (Δ8-THC).

Referencia:

Revista de Investigación Exploratoria en Farmacología 2023;8(2):121-130 doi: 10.14218/JERP.2022.00062